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Víctor Sánchez: Seis mitos para una quiebra

Excelente ensayo del Prof. Victor Sánchez. Lo que el autor llama mitos medulares sobre la economía de Puerto Rico que nublan el entendimiento de las crisis cultural y económica que sufrimos en la actualidad.

SEIS MITOS PARA UNA QUIEBRA

Seis Mitos medulares sobre nuestra economía que en mi opinión nublan el entendimiento de las
causas de la crisis cultural y económica que nos azota.

Víctor Sánchez Cardona octubre del 2016

Trasfondo del Por Qué de los Mitos

Puerto Rico es un caso único. La curiosa situación de un Pueblo que acepta anualmente un soborno (?) de $18 billones en fondos externos de welfare a cambio de dejar las puertas abiertas por donde se pierde más de la mitad de la abundante riqueza que produce. Una parte de la perdida se debe a la desidia e incompetencia de la clase política local en la imposición y cobro de contribuciones a los ingresos de residentes. Otras partes aun más importantes son la fuga de ganancias de empresas exentas del justo pago de contribuciones y la imposición de contribuciones federales a los asalariados. Al final del día, estas pérdidas nos han llevado a quebrar nuestra economía en una crisis sin precedente y peor aun, a perder el privilegio de gobernar la colonia

A nuestro parecer la situación que describimos es el resultado de una grave distorsión de lo que somos. Una distorsión que nace en la mente de colonos peninsulares que llegaron a la Isla a partir la vigencia de la Cédula de Gracia (1815-1830) huyendo de los movimientos de liberación en el resto de las Américas. A diferencia de los que habían llegado en los tres siglos anteriores, muchos eran gente educada que trajeron consigo sus familias y capital que al llegar se toparon con una población de unas 220,000 personas compuesta por descendientes de aventureros europeos y esclavos africanos que durante tres siglos se habían apareado o casado con mujeres de la población precolombina, que dicho sea de paso, eran las propietarias y las encargadas de hacer parir la tierra en la sociedad Taina. Cerca del 100% de esa población, nos dice el geneticista Juan Carlos Martínez eran descendientes directos de madres precolombinas.
Los recién llegados colonos españoles llegaron preparados a dar una última batalla para evitar ser forzados a abandonar América. Eran una especie de pieds noirs como los que Francia enviaba a Algeria en esa época. Vinieron a detener la Historia y continuar viviendo una colonia española clásica regida por una monarquía absolutista. Como era de esperarse los recursos superiores que poseían vis a vis una población compuesta mayormente de puertoriqueños empobrecidos y analfabetas, les permitió establecer una oligarquía colonial dominante que duró hasta mediados del Siglo XX, cuando su poder comenzó a debilitarse al ser sustituida gradualmente la economía agrícola por una industrial.
Su llegada significó que la Isla después de tres siglos y nueve generaciones gestando una población euroafroamericana integrada a la tierra comenzó a ser recolonizada. Fue una infusión quizás de alrededor 75,0004 europeos y 40,000 esclavos africanos de donde surgió una oligarquía, como escribió Paulo Freire, cuya “intención preponderante era realmente la de explotarla, la de permanecer "sobre" ella, no la de permanecer en ella y con ella, integrados”5.
Para la mayoría de los nuevos colonos el separatismo de la madre patria era tabú, peor que el ateísmo: era una maquinación del diablo: una actitud no muy diferente de la que tiene nuestra oligarquía actual. Desde que llegaron los colonos peninsulares que huían de la libertad hacia el lucro se inició una persecución de los que no comulgaban con sus ideas y que exigían el fin del coloniaje. Muchos, como Betances, Ruiz Belvis, Lola Rodríguez, Hostos, Manuel Rojas, Miguel Rojas, Mariana Bracety, Agustín Stahl fueron perseguidos y desterrados.
Sin embargo la saña de los incondicionales no fue dirigida únicamente a los separatistas. En el 1886 se las ingeniaron para que Cánovas del Castillo enviara a principio del 1887 un gobernador de mano dura para detener un creciente movimiento autonomista liderado por Baldority de Castro, que por cierto, tampoco simpatizaba con el separatismo. Con la llegada de Romualdo Palacios en el 1887 se inició una purga contra miembros de la segunda generación de oligarcas que se habían convertido en autonomistas liberales. El ‘87 siempre se recordará como el año del componte, el año terrible. Fue el año en que dos de los tíos de Pablo Casals Defilló, separatistas ellos, se suicidaron cuando se enteraron de la orden para su arresto que había expedido Palacios: tan humillante era la tortura a que eran sometidos los arrestados antes de ejecutarlos. Dicho sea de paso, la intervención divina aparentemente fue la que hizo que Palacios fuera removido de la Gobernación días antes de fusilar a la cúpula de dirigentes autonomistas que tenía encarcelados en el Morro.
En el 1889 muere el gran líder del autonomismo Baldorioty de Castro y quedan como lideres máximos del movimiento dos jóvenes, Luis Muñoz Rivera de 30 años , nieto de un español llegado de Venezuela y José Celso Barbosa de 32, un talentoso descendiente afrotaino graduado de médico con honores en la Universidad de Michigan. Pronto se creó un cisma en el movimiento. Muñoz proponía fusionar su partido liberal con su homónimo español y de esa manera facilitar la obtención una autonomía atada claramente a la Madre Patria. Barbosa por su parte proponía una autonomía completa, seguramente con miras a facilitar en un futuro la admisión de la Isla a lo que él percibía como una unión democrática americana de repúblicas soberanas. Evidentemente Barbosa no se percataba de que en realidad pasaríamos de un imperio a otro: que pasaríamos de guatemala a guatapeor.

En la década de los 90 Muñoz Rivera se mudó a España donde desarrolló una estrecha relación de amistad con Práxedes Sagasta, que al ser asesinado Cánovas del Castillo en el mes de septiembre del 1897, fue nombrado primer ministro. Como resultado de esa amistad, Sagasta convenció a la Regente María Cristina y a las Cortes españolas a convertir la Isla en la deseada colonia autonómica, lo que ocurrió el mes que precedió al bombardeo de San Juan y a la invasión norteamericana. Sin embargo, la autonomía que recibimos era limitada e inconsecuente puesto que el Gobernador y la mitad del Consejo de Administración debían ser peninsulares nombrado por los Monarcas, además que Puerto Rico debía contribuir fondos para el mantenimiento de la Monarquía entre otra obligaciones. Demás está decir que Barbosa y sus seguidores liberales que exigían una autonomía más contundente se sintieron traicionados por Muñoz Rivera y que en el comienzo del nuevo régimen un grupúsculo que se llamaba republicano, las llamadas Turbas, descargaron en el año 1900 su ira contra Muñoz Rivera, a quien además de amenazarlo de muerte le incendiaron la imprenta donde publicaba El Diario de Puerto Rico.
La depredación de la agricultura por los invasores norteamericanos en los primeros treinta años de coloniaje desató un movimiento nacionalista en la década de los años treinta que al intentar controlarlo, lo intensificaron. Las verdaderas intenciones de los norteamericano para apoderarse de la Isla se hicieron evidente cuando Charles H. Allen político e inversionista con estrechos lazos en Wall Street, que durante la guerra había ocupado el puesto de Assistant Secretary of the Navy y que bajo el Presidente McKinley fue nombrado como primer gobernador civil (1900-1901) bajo la Ley Foraker. Una vez organizó el gobierno donde todo los poderes sin excepciones los ejercían funcionaron norteamericanos, Allen regresó a Wall Street como vicepresidente del Morton Trust y del Guaranty Trust.

Desde su nueva posición organizó entonces el gran sindicato azucarero conocido como el American Sugar Refining Company que ya para el 1907 controlaba el 98% del negocio de refinación de azúcar en los Estados Unidos: el llamado Sugar Trust que controlaba el precio de la azúcar no refinada. Luego para asegurar una rentabilidad aceptable de la operaciones en Puerto Rico, agricultores y centralistas, puertoriqueños y norteamericanos, tenían que producir al menor costo, por lo que la responsabilidad de lograrlo cayó sobre lo cortadores de caña que tuvieron que resignarse a comer durante seis meses y ayunar el resto del año.
Pero no fue lo único, las imbecilidades del corrupto Moncho Reyes en los año veinte y muy en particular el intentar americanizar la isla imponiendo el inglés como idioma en el que debían comunicarse los puertorriqueños, sin olvidar los desastres causados por San Ciríaco, San Ciprián y San Felipe, contribuyeron también en gran medida al surgimiento nacionalista de la década del los años treinta. Es cierto que la Ley Foraker y luego la ley Jones creó una caja de arena donde podían jugar con alguna libertad los políticos puertorriqueños, pero nunca fue mas allá de ser un teatro del absurdo, totalmente inconsecuente .

Ya en el 1939 los invasores se dieron cuenta que los esfuerzos iniciados en el 1933 de detener la exitosa organización de los trabajadores agrícolas por el nacionalista afrotaino Pedro Albizu Campos habían fracasado por lo que debían ser abandonados al menos por el momento. La reacción de los puertoriqueños a la masacre de estudiantes en Rio Piedras en el 1935 organizada por el Coronel Riggs y la masacre de Ponce en el 1937 organizada por el General Blanton Winship nombrados ambos en el 1933 por el paladín de la democracia Franklin D. Roosevelt no les dejó otra alternativa. Eran tiempos durante los cuales la metrópolis se preparaba para una guerra que se avecinaba. Comprendieron que un alzamiento nacionalista de envergadura en su colonia del Caribe en ese momento era lo menos que necesitaban. En consecuencia, para conservar la colonia al menor costo posible decidieron recurrir a la ayuda de la oligarquía que continuaba en manos de la tercera generación de los ricos colonos decimonónicos a cambio (?) de promesas de autonomía.
Terminada la exitosa, para los EU, guerra mundial se concretó, con el aval de un ala de la ultra-conservadora oligarquía, ahora convertida en socialistas iluminados, la idea de un Estado Libre Asociado: una colonia autonómica que superaba por mucho la que les habían concedido la monarquía española. Además de redactar su propia Constitución, podrían elegir por sufragio universal un gobierno: Gobernador y miembros de una Cámara y un Senado (repitiendo: en su oferta autonómica de fin de Siglo los monarcas españoles nombraban al Gobernador y a la mitad de los miembros del Consejo de Administración, quienes debían ser peninsulares). Muy importante además, el Mantengo continuaría en forma ascendente y los puertorriqueños no tendrían que contribuir al fisco federal. Era una verdadera ampliación de la caja de arena que habían creado las leyes Foraker y Jones, donde los políticos puertoriqueños podían divertirse a sus anchas mientras no entraran en conflicto con leyes federales.
El ELA correspondía al sueño hecho realidad con creces de los colonos conservadores españoles del Siglo XIX y de sus descendientes, convertidos ahora en colonos norteamericanos. Ahora teníamos una bandera y un himno que llamaron La Borinqueña: un himno “nacional”, ñoño e insulso, con ritmo de funeral cuya letra fue escrita por el asturiano Manuel Fernández Juncos en el 1902 y cuya melodía fue tomada de una antigua canción puertorriqueña convertida en una Danza por el empresario teatral catalán, Félix Astol Artés. En realidad el himno que adoptaron era una falsificación del himno del mismo nombre compuesto en ocasión del Grito de Lares por la indómita puertorriqueña Lola Rodríguez Ponce de León utilizando una melodía del sangermeño Francisco Ramírez Ortiz titulada La Bella Trigueña3. Era un grito de libertad que emulaba la Marsellesa por lo que el gobierno colonial lo prohibió tan pronto se dio a conocer: tararearlo significaba la cárcel.

Pero eso no era todo, además podíamos figurar como soberanos en competencias deportivas y concursos de belleza internacionales. Para los descendientes de los colonos españoles de antaño, el ELA era lo mejor de dos mundos! Sin embargo resultaba irónico que la autonomía que se instauraba con tanta algarabía por Luis Muñoz Marín era más consonante con las ideas de José Celso Barbosa que con las de Muñoz Rivera.

Sin embargo, ocurre en ocasiones que la alegada perfección de lo imperfecto se erosiona con el tiempo mostrando que todo lo que brilla no es oro. Son casos donde los defensores de la alegada perfección tratan de protegerla proponiendo que lo que parece opacar la perfección no son otras cosas que circunstancias fortuitas y pasajeras: desafortunadamente, antes que aceptar la realidad se inventan utilizando retórica fantasiosa toda clase de Mitos. Lo que pareció ser una buena idea en sus comienzos, con el correr de los tiempo se ha descubierto que en realidad es un callejón sin salida: un culto al coloniaje autonómico que no tiene sentido ni lugar en el siglo XXI.
En esta tribuna me propongo examinar someramente seis Mitos medulares sobre nuestra economía que en mi opinión nublan el entendimiento de las causas de la crisis cultural y económica que nos azota.
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Los Mitos

Mito Primero

El Gasto del ELA Es Exagerado.

Realidad:

Nos dicen que el gasto del gobierno es exagerado, que alcanza alrededor de $10,000 mil millones. Sin embargo no se ha escuchado a ninguno de los expertos sobre esta materia decir cuánto sería una gasto normal para una economía que produce una riqueza anual de la envergadura de la nuestra, la cual genera un Producto Interno Bruto (GDP en inglés) de decenas de miles de millones de dólares ($104, 000 millones en el 2014). ¿Cuánto sería un gasto gubernamental razonable? ¿Podríamos decir $5 billones, $2 billones, o nada? A fin de cuentas, ¿Por qué deben los participantes de una economía contribuir parte de sus ingresos al Tesoro público?
Es necesario puntualizar que la capacidad de un gobierno para desarrollar e implementar política pública es proporcional al gasto público e igualmente, que el impacto de esa política está atado a la proporción del Producto Interno Bruto (medida de la riqueza que produce la economía) dedicada a ese gasto.

Por ejemplo, el gasto público de los Estados Unidos, país que cuenta con la economía capitalista por excelencia, ascendió en el 2014 a $6.5 trillones. De ese total el Gobierno federal gastó $3 trillones y los Estados gastaron $3.5 trillones. El gasto en verdad es enorme tomando en cuenta y en conjunto representó que el 39% de su PIB ($16 trillones). Y esto es cierto también en lo países europeos. En España en el 2014 el presupuesto alcanzo el 43.3% del PIB. En el Reino Unido, 43.20%. En Italia, 50.50%. En Francia fue el 57.0%. En Puerto Rico donde generalmente se alega que se gasta exageradamente, el mismo ascendió solamente al 6.2% del PIB. Esto fue así porque en el 2015 de los $10,000 millones presupuestados, $3,500 millones se utilizaron para el servicio de la deuda. Si el ELA gastara la proporción del PIB que gastan lo países europeos, por ejemplo España, nuestro presupuesto debería alcanzar unos $46,000 millones. No es exagerada esta cifra para nuestra economía, puesto que España tuvo en el 2014 una producción de riqueza por habitante (PIB/cápita) de $27,000: una cifra bastante por debajo de la nuestra ($29,714).

Dos preguntas vienen a la mente.

La primera, ¿cómo es posible que la economía sobreviva con un gasto público tan raquítico de parte del ELA? La contestación es harto conocida. En realidad el gasto público total no es de 6.2%, sino un 25% del PIB, porque a lo $6,500 millones que gasta el ELA hay que sumarle un gasto público que llega del exterior (fondos federales) de $18,000 millones. Luego el gasto público asciende a $24,500, de los cuales el 75% proviene de fondos externos federales. Pero es de notar que aun con la contribución del welfare federal, el gasto equivale solamente al 23% del PIB: una cantidad muy por debajo de la necesaria y que nos ha llevado a la quiebra. Vale la pena señalar de paso, que la mayoría de los puertorriqueños piensa equivocadamente que el problema se resuelve achicando en un 60% la contribución del ELA al gasto público total. En otras palabras; achicar la proporción del gasto publico local de un 25% a un 14%, aumentaría automáticamente la participación de los fondos federales en el gasto público del ELA de un 75% que es ahora a un 86% en el futuro.

La segunda pregunta es; ¿por qué el erario puertorriqueño es incapaz tener un recaudo de la magnitud de los erarios de países europeos si su producción de riqueza anual por habitante es de una magnitud similar a la de esos países?
Contrario a lo que cree la inmensa mayoría, el gasto público no es exagerado. La realidad es que el gasto público es raquítico y dista mucho de ser lo aconsejable dada la experiencia en todos los países desarrollados. No tenemos dudas que por ser tan limitado no cumple con uno de sus principales roles en la economía como es la redistribución de la riqueza de una manera productiva. De hecho, el gasto público es en realidad una retroalimentación de riqueza esencial para la economía que debe ser realizada por el Gobierno. De no cumplirse con esa exigencia la economía se va debilitando hasta que termina por colapsar.

Es el caso del agricultor que tenia par de bueyes para arar la tierra y un día decidió entrenar a sus animales a vivir sin comer pensando que así multiplicaría sus ganancias. Desgraciadamente y a pesar del éxito que tuvo, los bueyes se le murieron y perdió la finca. Y cuentan que años más tarde cuando murió todavía se quejaba de su mala suerte.

Mito Segundo

La Riqueza Que Se produce Es Insuficiente Para Generar Una Economía Auto-Sostenible.

Realidad:

El Informe Anual de la Junta de Planificación al Gobernador del año 2014 puntualiza que la economía de la Isla produjo $104,000 millones. Esta cifra se conoce como el Producto Interno Bruto, el GDP en inglés, y su magnitud representa el valor en dólares de la riqueza producida durante un año, la cual fue equivalente en el año que señalamos a $29,714 por habitante.
El Banco Mundial estima que en el 2015 el PIB en México ascendió a $9,009 por habitante, en España a $25,831, en Italia a $29,847, en promedio en Unión Europea a $31,843, en Japón a $32,477, en Francia a $36,248, Bélgica produjo $40,231, Canadá $43,248. Para nosotros el hecho que la riqueza que se produce en Puerto Rico cae dentro del rango de la riqueza producida por los países mas exitosos del planeta es suficiente evidencia de que poseemos una economía productiva.

Sin embargo la cifra de $29,714 por habitante en el párrafo anterior no representa la producción total de la economía pues no incluye la economía subterránea la cual se estima produce otros $25,000 millones1. Esta economía, alimentada por la evasión contributiva y su efecto multiplicador, no contribuye al fisco, a diferencia de la economía oficial. De todas maneras podemos concluir que la magnitud del PIB, sumando el oficial y y el subterráneo, alcanzó en el 2014 una cifra de alrededor de $130,000 millones. ¿Es esto mucho o poco? Dividido entre 3.5 millones de Isleños representa una riqueza de un poco más de $37,000 por habitante, por año.

Lo que causa confusión es que generalmente cuando se escucha decir que la riqueza que producimos es insuficiente no se está hablando del Producto
Interno Bruto o GDP. Se habla en su lugar del Producto Nacional Bruto o
GNP. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia consiste en que el Producto Nacional Bruto por definición es el Producto Interno Bruto menos las ganancias que las corporaciones extranjeras se llevan en sus bolsillos, las cuales ascendieron a $36,000 millones en el 2014. En consecuencia el PNB ascendió a sólo $68,000 millones, o sea, $19, 428 por habitante. Pero esta cifra está sobrestimada porque incluye los impuestos federales que pagaron los asalariados al gobierno federal. Corrigiendo el error resulta que el PNB ascendió en realidad a tan sólo $63 mil millones, o sea a $18,000/habitante.

En otras palabras, la evasión contributiva que lleva miles de millones de dólares del pago de contribuciones a refugiarse en la economía subterránea, más la fuga de ganancias de corporaciones foráneas al exterior, más el pago de contribuciones federales por parte de lo asalariados reduce la riqueza que se retiene en la Isla a la mitad de lo que se produce: de $37,000 a $18,000 por habitante: un verdadero desastre que los EEUU intentan mitigar enviando unos $18,000 millones en fondos de welfare, un gesto generoso, muy apreciado por la mayoría de los puertorriqueños, pero que ha resultado ser insuficiente por un gran margen para evitar la quiebra y la sindicatura del ELA.
La erosión de la base contributiva que se produce por la evasión en el pago de impuestos sumada a la ínfima contribución que hacen al fisco las corporaciones extranjeras alimentan la falsa creencia de que nuestra economía no produce suficiente riqueza para que tengamos una economía que se pueda auto-sostener. Las causas principales de que no lo sea se deben a la extremadamente deficiente distribución de la riqueza que resulta de su enorme fuga de las ganancias corporativas, al pago de contribuciones al exterior, así como a la evasión contributiva interna.

No cabe duda que una insuficiente producción de riquezas (siendo comparable proporcionalmente a la riqueza producida por los países más desarrollados del mundo) no puede ser la causa por la grave crisis económica que padecemos.
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1Algunos economistas en la Isla piensan que el valor de la economía subterránea podría alcanzar $40,000 millones dada la incapacidad de Hacienda de controlar la evasión contributiva.
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Mito Tercero

Para Aumentar El Recaudo Gubernamental Hay Que Aumentar Los Impuestos

Realidad:

Se piensa generalmente que la única manera de aumentar los recaudos del gobierno central es aumentando los impuestos a una ciudadanía agobiada con la carga contributiva que lleva ya en sus espaldas. Pero los Mitos, Mitos son. La realidad es que se puede aumentar el recaudo, aunque admitimos que existen obstáculos para implantar medidas que aumentarían sustancialmente el recaudo sin aumentar los impuestos a los que ya no pueden pagar más. Tales obstáculos pueden desaparecer ante la voluntad de un decidido, honesto y competente servidor público como lo es el actual Secretario Juan Zaragoza.

En declaraciones recientes del actual Secretario de Hacienda este admitió que esa agencia no cuenta ni con los métodos, ni la tecnología, ni suficientes recursos humanos para mitigar la evasión contributiva de muchos comercios de la economía oficial y mucho menos la de los comercios pertenecientes a la economía subterránea. Es evidente que tampoco cuenta con los medios necesarios para combatir la evasión contributiva de un número importante de profesionales, inversionistas, especuladores y otros no asalariados.

En declaraciones recientes el Secretario calcula en $6,000 millones el déficit en recaudo gubernamental que resulta de los llamados alivios contributivos que se les conceden a innumerables empresas particularmente influyentes en el ambiento ejecutivo-legislativo. Pero también tenemos que lidiar con la evasión contributiva que representa la encomia subterránea. En los países desarrollados se logra limitar esta economía a un 10% de la economía contabilizada. No hay razón para que nosotros no podamos hacer lo mismo e integrar al menos $15,000 millones de esa economía a la oficial, aumentado el recaudo gubernamental en otros $5,000 millones. Junto al rescate de los $6,000 millones que menciona el Secretario Zaragoza tendríamos, sumados a los $10,000 millones que ya se recaudan, $21,000 millones disponibles para el gasto público sin que costase un céntimo más de impuestos. Si algo conocen al dedillo la naciones del planeta, sean monarquías, imperios, satrapías, o democracias, son los mecanismos necesarios para allegar los fondos que deben ser pagados al fisco.
Sin embargo no nos engañemos, el obstáculo mayor para que al Secretario de Hacienda no cuente con los recursos necesarios para evitar la evasión contributiva es la reticencia de la clase política a dárselos, aun ante la crisis que padecemos; una crisis que nos ha llevado a la quiebra al no contar con fondos suficientes para cumplir con el servicio de la deuda. ¿Es que intereses particulares tienen el poder de oponerse exitosamente a que se evite la evasión contributiva, se eliminen los alivios contributivos o que se proceda a una reforma contributiva cerrándole el paso en la Asamblea Legislativa a la asignación de los recursos necesarios a Hacienda?

En conclusión, si se eliminan lo incentivos contributivos y se incorpora un 60% de la economía subterránea a la oficial, entonces el recaudo del ELA se puede llevar de los $10,000 millones que se recaudan actualmente a unos $21,000 millones.
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Mito Cuarto

Las Corporaciones Foráneas Que Operan En Puerto Rico No Pagan Contribuciones A Nivel Federal y Por Esa Razón Se Ubican Aquí.

Realidad:

Es cierto que la corporaciones foráneas estuvieron exentas del pago de contribuciones federales desde el 1976 hasta el 1996 porque la Sección 936 consideraba a Puerto Rico un país “independiente”. Al eliminarse esta Sección en el 1996 las corporaciones foráneas que se establecieron después de esa fecha comenzaron a pagar contribuciones federales a la tasa estatutaria decretada por la leyes federales. Las que se habían establecido antes del 1996 continuaron bajo el régimen anterior hasta el 2005 cuando también comenzaron a pagar contribuciones federales.
La pregunta que se cae de la mata es, ¿porqué las contribuciones se las pagaron y se las siguen pagando al Tesoro Federal y no al erario puertorriqueño? Es un hecho establecido que todas las corporaciones del planeta contribuyen al fisco de la nación o territorio responsable del gasto publico donde operan. De esa manera compensan al sector público con parte de sus ganancia por la utilización de sus recursos públicos. Esa es la teoría y la práctica en todo el planeta. Y de hecho aquí también, pero a una tasa excepcionalmente baja y temporera que generan unos $1,900 millones al año sobre unas ganancias, que la Junta de Planificación informa que ascendieron a $36,000 millones en el 2014 y que la misma JP en los informes al Gobernador correspondientes a los últimos 10 años asegura que alcanzaron alrededor de $360,000 millones.
La responsabilidad contributiva de corporaciones foráneas al Tesoro Federal por estas ganancias, tomando en cuenta que la tasa contributiva desde el 2013 ascendió al 39.6% en los EU (independientemente de que las ganancias se repartan en dividendos, se difieran su pago o lo capitalicen) asciende a $14,256 millones de los cuales Puerto Rico recibe como hemos mencionado (hasta fines del año fiscal 2017) $1,900 millones, yendo el resto de la partida $12,356 millones al Tesoro Federal. No nos engañemos, tengámoslo claro, esas corporaciones se ubican aquí porque producir en la Isla les genera enorme ganancias, aun después de pagar contribuciones federales y los $12,356 millones que pagan al gobierno federal son parte de la riqueza que se creó utilizando los recursos públicos que pusimos a su disposición. Es una anomalía que el Tesoro Federal reciba contribuciones por unas ganancias donde no se utilizaron recursos federales para ser generada o ¿es que estamos concediendo una especie de droit du seigneur medieval al dueño de la colonia?

Para justificar esa anomalía se nos señala los jugosos salarios que esas corporaciones pagan a sus 75,000 empleados. Sin embargo esconden el hecho que esos salarios solo ascienden a $3,000 millones (un 15% del total que se paga en salarios) y que en total, sumándoles los gastos indirectos en que incurren en sus operaciones, más los $1,900 millones que pagan de contribuciones en la Isla, el dinero que permanece en PR producto de sus operaciones solo ascienden a unos $8,000 millones (más o menos lo que nos genera el sector del turismo). Sin embargo las ganancias limpias de impuestos federales y locales que se embolsan ascienden a tres veces lo que recibimos de sus operaciones. De hecho, lo que le pagan al gobierno federal de sus ganancias en Puerto Rico es 50% mayor que la migajas totales que le dejan a la economía puertorriqueña.

En conclusión, si se le añaden las contribuciones que las foráneas pagan al gobierno federal ($12,356 millones) y la ganancias que le escamotea al fisco local el mega-comercio extranjero con sus practicas de transfer pricing (que estimamos en $3,000 millones), entonces sumados a lo $21,000 millones que se recibirían evitando la evasión contributiva, incorporando el 60% de la economía subterránea y eliminando los incentivo contributivos, el recaudo de Hacienda llegaría a $36,356 millones.
Pero eso no es todo...

Mito Quinto

En La Colonia No Pagamos Contribuciones Federales.

Realidad:

Esto también es un Mito, una falsa creencia. Anualmente nuestro asalariados contribuyen alrededor de$5,000 millones en payroll taxes al Gobierno Federal. De hacho, estos taxes crearon un gran protesta en los Estados Unidos cuando se aprobaron en el 1936. Ante la inconformidad de lo trabajadores ante el impuesto, el gobierno “socialista” de Franklin D. Roosevelt alegó que en realidad los payroll taxes no eran un impuesto sino una aportación a un fideicomiso de retiro que seria manejado por el Social Security Administration creada en el 1937. Los asalariados
norteamericanos rechazaron la explicación del gobierno alegando que de ser cierta, el impuesto seria sería inconstitucional.

El caso llegó al supremo en el mismo 1937 y el Tribunal decidió que aunque los trabajadores tenían la razón, los payroll taxes eran taxes ordinarios que ingresarían como tales al Tesoro y que de ningún modo ingresarían a un fideicomiso y estarían atados a planes de retiro. Esto quiere decir que ni la ley que impuso los payroll taxes, ni la ley que creó la Social Security Administration le concedió derecho a pensiones de retiro a los asalariados. Esta sórdida historieta de como un gobierno engaña a un pueblo y que continúa engañándolo 70 años más tarde es explicado con lujo de detalles en los artículos que recomendamos en la notas al calce.1,2
También debemos aceptar que nos tomaron el pelo cuando nos convencieron que al final de la vida laboral tendríamos derecho a un pagos de retiro provenientes de las aportaciones que hicimos al fantasioso Social Security Fund. Tal Fondo no existe y los pagos que recibimos son pagos de welfare igual que los Cupones. Vale la pena señalar que los $5,100 millones que pagaron en el 2014 en impuestos los asalariados puertoriqueños al gobierno federal en payroll taxes es una cantidad mayor que los impuestos (Income tax) pagados por todos los puertoriqueños al ELA (individuos y corporaciones).
Sin embargo los puertoriqueños no le dan importancia a esos pagos de contribuciones federales porque alegan que lo que se recibe de seguro social es mayor que los payroll taxes que se pagan. Y esta alegación es correcta para los últimos 5 años solamente. Si sumamos lo que han pagado lo asalariados desde que se implantó el seguro Social en Puerto Rico hace 6 décadas encontramos que supera por muchísimo lo que han recibido en beneficios.
Sin embargo los payroll taxes no son todas las contribuciones que pagamos al gobierno federal. Están también las contribuciones sobre ganancias del mega-comercio extranjero, ganancias que no son declaradas aquí pero exportadas usando el artilugio de los price transfers para luego pagar las contribuciones correspondientes en los Estados Unidos. No es exagerado estimar que las contribuciones sobre la ganancias que el mega comercio se lleva con el artilugio de los price transfers debe estar cerca de los $3,000 millones anuales.

Es decir que un Puerto Rico soberano en contraste con el Company Town que es ahora, tendría derecho a retener aquí $5,000 millones adicionales de los payroll taxes , aparte de las contribuciones sobre las ganancias que obtienen aquí el Mega Comercio pero que pagan al gobierno federal.
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Notas
1The Myth of the Social Security Fund: John Attarin, Foundation for Economic Education: https://fee.org/articles/the-myth-of-the-socialsecurity-trust-fund/
2Social Security and the Insurance Illusion: Will Wilkinson:Foundation for Economic Education: https://fee.org/articles/social-security-and-theinsurance-illusion/
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Mito Sexto y Conclusión
Puerto Rico No Tiene Con Qué Pagar el Seguro Social, ni el PAN, ni la Reforma. Por Eso Tenemos Que Depender del "Welfare" Federal.

Realidad:

Este es el gran Mito resultado de los Mitos que hemos analizado anteriormente.

Como hemos demostrado:

a) No es cierto que el gasto público del ELA sea exagerado. Actualmente en la Isla el gasto no sobrepasa el 6% del Producto Interno Bruto, mientras que en países de la Unión Europea, incluso en los Estados Unidos, el gasto público sobrepasa el 40% del PIB y esto es cierto aun en países desarrollados cuya producción de riqueza por habitante es menor que en Puerto Rico (por ejemplo, España, Italia, Polonia, Portugal, Hungría). No olvidemos, lo que se gasta es lo que se recauda.

b) No es cierto que la riqueza que se produce en Puerto Rico sea insuficiente para tener una economía auto-sostenible. España, Italia, Polonia, Portugal, Hungría son ejemplos de economías que producen menos riqueza por habitante que nosotros y sin embargo cuentan con economías que se sostienen por sí solas: que no necesitan fondos externos para funcionar. Puerto Rico es un caso único. A pesar que recibe $18 billones de fondos externos de welfare (equivalente al 17.3% de su PIB) la isla tiene su economía en el piso.

c) Es falso que para aumentar el el recaudo gubernamental es necesario aumentar los impuestos a asalariados y consumidores en general. El Secretario de Hacienda Juan Zaragoza estima que eliminando la evasión y los incentivos contributivos aumentaría el recaudo del Gobierno de $10,000 millones a $16,000 millones . Esos incentivos no han hecho otra cosa que acelerar la quiebra al recortar el recaudo gubernamental. Estos fondos son cobrables sí la clase política se rehabilita y decide trabajar par el Pueblo de Puerto Rico dejando atrás la desidia,, corrupción y hasta algunos casos de cobardía. ¿Es que esto es pedir demasiado?

d)El Mito que alega que lo puertorriqueños en la Isla no pagan contribuciones de sus ingresos locales también es falso. Anualmente nuestro asalariados contribuyen alrededor de$5,000 millones en payroll taxes al Gobierno Federal a pesar que siempre se nos ha dicho que no tenemos que pagar impuestos federales porque no estamos representados en el Congreso norteamericano.
Sin embargo lo payroll taxes no son todas las contribuciones que pagamos al gobierno federal. Están también las contribuciones sobre ganancias del mega-comercio extranjero, ganancias que no son declaradas aquí pero exportadas usando el artilugio de los price tranfers para luego pagar las contribuciones correspondientes en los Estados Unidos. Lo payroll taxe mas la contribuciones del Mega comercio deben aportar unos $8,000 millones.

e) El mayor error que ha cometido la clase política que ha estado a cargo de los asuntos públicos, por lo menos en los últimos 10 años, ha sido el no reclamarle a las corporaciones foráneas el pago al ELA de contribuciones justas por la utilización de nuestros recursos públicos en su abundante generación de ganancias. Las contribuciones sobre su ganancias se las han pagado gobierno federal. Entre el 2005 y el 2013 se llevaron alrededor de
$288,000 millones en ganancias sin pagar un centavo. Entre el 2013 y el 2016 se llevaron $108,000 millones pagando sólo $5,700 millones

En conclusión, si cobrásemos todo los impuestos que en justicia nos corresponden ($10,000 millones que recaudamos ahora, mas $6,000 millones adicionales que recaudaríamos de la eliminación de los incentivos como lo recomienda el señor Zaragoza, más $5,000 millones de contribuciones al oficializar el 60% de la economía subterránea, más $12,356 que recibiríamos de la corporaciones foráneas que ahora le pagan sin razón al gobierno federal, los mismos ascenderían a alrededor de $33,356 millones, más $8,000 millones del payroll taxes y mega comercio sumarían $41,356 sea alrededor del 40 % del PIB.

No hay otra razón para que las partidas que señalamos no ingresen al fisco local que no sea la relación que existe, primero, desde un punto vista político, por la Ley de Relaciones Federales que instrumenta la colonia, y segundo, por la estrechísimamente relación que existe, una vez eliminada la Sección 936, entre la economía de la Isla que las genera y la economía norteamericana que las recibe. No se puede negar la premisa de que la contribuciones sobre ganancias o impuestos sobre salarios se deben pagar al gobierno de las economías donde se generan. Este hecho es la causa principal de nuestra crisis económica.

Si las condiciones que hemos descrito en esta tribuna se realizaran, (durante un periodo de transición que estimamos nosotros de entre 5 a 10 años en base a modelos numéricos que hemos estado investigando) entonces pasarían seis cosas; Primero, el Producto Interno Bruto aumentaría de $104,000 millones a $146,000millones y el Producto Nacional Bruto aumentaría de $68,000 millones a $135,000 millones–un aumento del 198%–; Segundo, el recaudo fiscal local ascendería de $10,000 millones a $41,000 millones–un aumento del 410%; Tercero, haría nuestra economía auto-sostenible con capacidad para financiar el seguro social y otros servicios públicos sin necesidad de fondos de welfare externos llegados de los EU; Cuarto, se podría pagar la deuda externa fácilmente; Quinto, quedarían asegurados los fondos de pensiones de los empleados gubernamentales y Sexto, no tendríamos una Junta Federal de Control Fiscal gobernándonos.

sanchezcardonavictor@gmail.com
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Notas

1Extensas investigaciones sobre el tema del profesor del RUM Juan Martínez Cruzado, doctorado en antropología molecular de la Universidad de Harvard, comprueban que para principios del Siglo XIX prácticamente el 100% de la población descendía de madres tainas. El equipo de Martínez Cruzado descubrió que todavía en el año 2000 el 61% de la población actual desciende directamente sin interrupción de madres precolombinas. De hecho, sus estudios, que aún continúan, demuestran que en las dos tercera parte que comprenden el oeste de la isla esa proporción alcanza el 72%.

1Martínez-Cruzado JC, Toro-Labrador G, Viera-Vera J, Rivera-Vega M. Startek J, Latorre-Esteves M,
Román-Colón A, Rivera-Torres R, Navarro-Millán IY, Gómez-Sánchez E, Caro-González H, ValenciaRivera P (2005)Reconstructing the population history of Puerto Rico through mtDNA phylogeographic analysis. Am J Phys Anthropol (in press)

1Amerinds and implications for the peopling of northwestern Venezuela. Carib J Sci 39: 11-22.

1Martínez-Cruzado JC, Toro-Labrador G, Ho-Fung V, Estévez-Montero MA, Lobaina-Manzanet A, Padovani-Claudio DA, Sánchez-Cruz H, Ortíz-Bermúdez P, Sánchez-Crespo A (2001) Mitochondrial DNA analysis reveals substantial Native American ancestry in Puerto Rico. Hum Biol 73: 491-51

2 Manuel Maldonado Denis, Puerto Rico: una interpretación histórico-social (México: Siglo XXI, 1969)

3Por más de un siglo y medio se ha discutido quién fue primero en utilizar la melodía de Ramírez Ortiz:
Félix Astol, en la Bella Trigueña o Lola Rodríguez en La Borinqueña. Para nosotros seria extraño que Lola Rodríguez tomara la melodía de una Danza escrita por un extranjero recién llegado para acompañar sus versos patrióticos y revolucionarios que emulaban a La Marsellesa. De otra parte nos parece muy posible que la Danza de Astol titulada La Bella Trigueña fuera un intento por opacar a La Borinqueña por parte de españoles incondicionales enfurecidos por la afrenta del Grito de Lares y su himno.

4Estela Cifre de Loubriel, la profesora Cifre documento extensamente la migración la Isla en el siglo XIX, acumulando información detallada de unos
18,000 españoles, aunque por otros métodos se puede inferir que los llegados pudieron alcanzar unos 75,000. Desafortunadamente la profesora no extendió sus excelente estudios a la población existente de 220,000 puertoriqueños a la llegada de los nuevo colonizadores.

5 Paulo Freire, La Educación Como Pr áctica de la Libertad.



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